EL MALTRATO A LOS AUTÓNOMOS

 EL MALTRATO A LOS AUTÓNOMOS

El Estado trata muy mal a los Autónomos. Cierto que no somos los únicos. Hay otros colectivos en mayor o menor medida, maltratados, pero ninguno como el de Autónomos.

Veamos:

Desde un punto de vista general, la situación económica  (de la situación política mejor ni hablar, para no caer en la depresión más profunda) que hereda P. Sánchez del gobierno de M. Rajoy (el Gran Incumplidor, el que prometió bajar los impuestos y los subió como nunca)  y que con él al frente del Gobierno, parece que no hará otra cosa que empeorar, es un Estado con una deuda pública descomunal, superior al 132% del PIB, que arruinará la vida de las próximas dos o tres generaciones de españoles, o lo que quede de ellos, y para los pensionistas, la quiebra irreversible del sistema de pensiones, pese a todas las mentiras que nos siguen contando, con una irresponsabilidad rayana en la delincuencia, siquiera atenuada por el hecho de ser consentida.

Oficialmente, la deuda reconocida es del 98% del PIB oficial; pero a esta cifra hay que añadir el dinero que el Gobierno del Estado entrega  a las Comunidades Autónomas y al resto de Administraciones Públicas, y que jamás van a devolver (algo más de un 32% del PIB.

En cuanto al sistema de pensiones, en junio el gasto superó los 9.000 millones de euros, un 50% más que hace 10 años, porque hay muchos más pensionistas que entonces, y la pensión media es lógicamente superior, porque se trata de personas que cotizaron bastante. El coste de las pensiones fue de casi 137.000 millones de euros en 2.017 y  los ingresos por cotizaciones sociales apenas superó la cifra de 109.000 millones. En el futuro, la cosa irá  a peor, porque el IPC está subiendo y posiblemente sea el doble de lo previsto por el Gobierno. Además, España garantiza ahora la sanidad universal a 830.000 personas “sin papeles”, más todos los que vengan, y luego está el coste de la energía, que no deja de aumentar, mientras los ingresos fiscales bajan un año tras otro, por más que suban los impuestos sin límite.

El gobierno plantea como solución, precisamente esa: un nuevo sablazo, hachazo, expolio, escarnio, como quieran llamarlo, a las clases medias: subir impuestos y crear otros nuevos, para recaudar 8.000 millones de euros y aumentar también las cotizaciones sociales para recaudar otros cerca de 4.500 millones de euros más por esta vía. Siempre procedente de los mismos bolsillos: trabajadores, funcionarios, pymes y Autónomos, clase media en definitiva. Así, conseguiremos superar la cifra de 180 días anuales dedicados exclusivamente a pagar impuestos. Según la OCDE, en España hemos dedicado en 2017 101 días a pagar cotizaciones sociales, 35 días a pagar el IRPF, 25 para el IVA y así, hasta los 177 días que hemos dedicado a trabajar exclusivamente para el Estado piraña o pirata.

Lo de la subida del gasoil es para nota. Siempre acaban pagando los pobres; los pobres subvencionan a los ricos. Así es este país. Resulta que el coche eléctrico solo está al alcance de los ricos, que además compran también coches de gran cilindrada y gasolina. El gasoil  es el combustible de la clase media, transportistas, taxistas, trabajadores, Autónomos, etc. Durante años, nos empujaron hacia el coche de gasoil porque era más barato y los motores duraban muchos más kilómetros. Ahora, cómo no les gusta o por lo visto, dañan el medio ambiente (siempre el mismo mantra), hay que machacarlos.

Pero, resulta que los ricos, como todo el mundo sabe, no pagan impuestos (para eso, los socialistas inventaron las sicavs); las grandes empresas, tampoco pagan impuestos, porque saben cómo evitarlo sin que se note. Así pues, los paganos de todo el despilfarro público somos la clase media, como queda dicho, trabajadores (con salarios cada vez más pobres), funcionarios (ídem), pensionistas (que pierden poder adquisitivo año tras año, pues sus pensiones ni siquiera alcanzan subidas equivalentes al IPC), pymes y Autónomos.

Los Autónomos somos los mayores paganos. Nos jubilamos más tarde que cualquier otro trabajador, recibimos pensiones inferiores en más de un 40% a cualquier otro colectivo y cotizamos mucho más, si lo comparamos con lo que recibimos a cambio de nuestro esfuerzo.

Más del 85% de los Autónomos pensionistas cobran menos de 800 € al mes, y la pensión más habitual entre nuestro colectivo ronda los 650 euros.

Los Autónomos no tenemos derecho a cobrar el paro; si bien existe una prestación por cese de actividad, los requisitos y condiciones de acceso a la misma sirven de freno y hacen que casi nadie la solicite, y más de la mitad de las solicitudes son denegadas. Además, cuando nos encontramos en situación de INCAPACIDAD TEMPORAL, la conocida baja por enfermedad, hemos de seguir pagando la cuota de Autónomos, con lo cual hemos de vivir con apenas 300 euros.

Si a todo esto le sumamos las dificultades y retrasos en el cobro de facturas, sobre todo por parte de la Administración, que no cumple sus propias leyes de morosidad, la situación se torna insoportable; porque los impuestos, recibos, cotizaciones, gastos, etc., llegan con absoluta puntualidad, y si te retrasas tú, entonces te cobran recargo y te sancionan.

Se propone con muy buenas intenciones, desde las organizaciones estatales de Autónomos, la cotización por ingresos; esto supondrá para muchos Autónomos, una nueva subida de su cotización, sin que ello conlleve un aumento de lo que va a recibir a cambio. Eso sí, tendrá menos dinero disponible para pagar sus facturas, su vivienda, sus empleados, etc.

Los Autónomos tenemos que pagar por existir, pagar por intentar producir y crear riqueza, pagar por crear empleo. Somos los paganos de la voracidad infinita de un Estado depredador que nos somete a un expolio fiscal insoportable.

Lo que los Autónomos necesitamos, en cambio, es todo lo contrario: un escenario radicalmente diferente, con rebajas radicales de impuestos, eliminación de figuras impositivas como patrimonio, sucesiones, donaciones, etc., reducción de las cotizaciones sociales, acceso a la financiación para inversión y circulante, ayudas para la modernización tecnológica, formación, reducción del tamaño de la Administración, evitar duplicidades y triplicidades, reducción el gasto público improductivo (hay muchísimo margen para ello). Pero no es que lo necesitemos por capricho, es que sería bueno a medio y largo plazo para aumentar la actividad económica, mejorar la economía de las familias, el consumo, la inversión, la aparición de nuevas actividades y, de esa manera, aumentar también los ingresos del Estado, sin necesidad de  vampirizar a ningún colectivo.

Pero todo esto no interesa; al poder público lo que le conviene es crear una red clientelar de votos subsidiados, para seguir la huida hacia ninguna parte. En ello estamos. Veremos en qué acaba todo. La cosa pinta mal.

¿Por qué la clase gobernante trata  tan mal  a los Autónomos? ¿Qué les habremos hecho?

A Coruña, 10 de julio de 2.018.

Francisco Javier Pérez Bello

ABOGADO EN “LIBER ESTUDIO JURÍDICO”

DIRECTOR DEL PROGRAMA DE RADIO “LA HORA DEL AUTÓNOMO”.

PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DE AUTÓNOMOS DE GALICIA