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La crisis y las elevadas tasas de paro empujan cada día a más personas en Galicia a la emigración. Jóvenes recién licenciados, parados de sectores como la construcción o la hostelería e incluso familias enteras llevan años abandonando la comunidad en busca de un futuro laboral y económico mejor. Sin embargo, no es éste el perfil que más se repite entre los nuevos emigrantes gallegos. Según los últimos datos sobre flujos migratorios del Instituto Nacional de Estadística, el 75,4% de las personas que dejaron el año pasado Galicia para marcharse a otros países eran o bien inmigrantes que recalaron en la comunidad en tiempos de bonanza o descendientes de emigrantes gallegos que decidieron probar suerte en la tierra de sus familiares.
Ambos colectivos han sido dos de los más castigados por la crisis, un factor que, unido a la falta de lazos familiares fuertes en la comunidad, explica por qué también parecen haber sido los primeros en desistir y hacer las maletas. En 2010, de hecho, una media de 600 inmigrantes e hijos y nietos de gallegos dejaron la comunidad cada mes para volver a sus respectivos países de origen. Este retorno, en la mayoría de los casos involuntario, se dirigió principalmente hacia Sudamérica, de donde procede el grueso de la inmigración en Galicia y donde residen, además, las principales colonias de gallegos de todo el mundo. Países como Brasil, Venezuela o Argentina recibieron nada menos que a 4.201 emigrantes procedentes de Galicia el año pasado.
En total, 9.479 personas dejaron la comunidad durante 2010 rumbo al extranjero pero de ellos solo la tercera parte (3.212) tenía la nacionalidad española, incluidos 883 hijos y nietos de emigrantes. El destino preferente de los gallegos que hicieron la maleta para probar suerte más allá de las fronteras españolas fue Europa, a donde se dirigieron más de 3.532 gallegos el año pasado. Y, curiosamente, por detrás de Europa destaca como destino de la emigración gallega África, a donde fueron a parar 620 personas, por delante incluso de América del Norte (555) o Centro América y el Caribe (274).
Pero mientras unos se van, otros regresan. Y nunca mejor dicho ya que, según los datos del INE, la cuarta parte de la inmigración que llegó a Galicia el año pasado (13.800 personas en total) eran emigrantes retornados y sus descendientes. En cuanto al resto, Sudamérica continúa siendo el principal lugar de origen de la inmigración en la comunidad, con 5.218 incorporaciones durante 2010, seguida de cerca por la UE (4.341) y a bastante distancia por Centro América (1.225) y África (995).
El saldo migratorio exterior de Galicia, con todo, sigue siendo positivo. Es decir, que a pesar de la crisis todavía llegan a la comunidad más personas de otros países de las que se marchan: concretamente, 4.321 más.
Flujos interiores
En cuanto a los movimientos de población interiores, aquellos que se producen de unas comunidades a otras, Galicia también cerró el año con un balance positivo aunque en este caso por un margen de apenas 1.773 personas. En total, 21.770 gallegos cambiaron de comunidad el año pasado, siendo Madrid, Cataluña y Canarias sus destinos preferentes por motivos fundamentalmente laborales. El camino inverso lo recorrieron 23.543 personas que también procedían en su mayoría de las tres comunidades antes mencionadas aunque, como curiosidad, Madrid fue la única a la que en 2010 llegaron más gallegos de los que se marcharon para volver a casa.
Fuente la Opinión A Coruña
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