España corrige sus desequilibrios gracias al tímido avance de su PIB, pero persisten algunos que podrían poner en riesgo la economía. Lo confirmó ayer el comisario de Economía, Olli Rehn, quien pidió al Gobierno español «acciones decisivas» para atajar los «niveles alarmantes» de desempleo, que amenazan con lastrar el débil crecimiento y el consumo interno.
Bruselas le recordó a Rajoy que, pese a la flexibilidad interna y la reducción de salarios experimentada en el último año, todavía tiene pendiente la puesta en marcha de reformas de calado en el mercado laboral, imprescindibles para ganar competitividad y generar empleo. «Hay margen para incrementar más la competitividad y para seguir conteniendo los costes laborales a través de una moderación salarial y del aumento de la productividad», indicó Rehn durante la presentación del último informe sobre desequilibrios macroeconómicos en la Unión Europea.
No este el único frente que España tiene abierto. El análisis revela que los niveles de deuda pública y privada siguen por las nubes, «poniendo en peligro la estabilidad financiera y el crecimiento». Por esa razón, Bruselas exige al Gobierno que mantenga bajo control el gasto público para que la deuda no se vuelva a disparar.
En el lado positivo, Bruselas apunta que el mercado de la vivienda se estabiliza, que el impulso de las exportaciones sigue supliendo la caída de la demanda interna y que el balance por cuenta corriente es positivo. La confianza de los mercados parece asentarse, pero persisten las dificultades de acceso al crédito. Leer más...
Fuente: La voz de Galicia
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