Veintiséis millones y medio de parados (los que hay en toda la UE, casi veinte millones de ellos en la eurozona, y más de seis en España) son muchos. La cifra despierta pavor. Incluso en los despachos de Bruselas, plagados de burócratas. Tanto, que en la capital belga empiezan a ser conscientes -a buenas horas, que dirán muchos- de que hay que hacer algo para poner remedio al drama.
Lo admitió ayer el propio comisario de Economía, Olli Rehn. «A la vista de la prolongada recesión, debemos hacer todo lo que sea necesario para superar la crisis del desempleo en Europa», dijo. Un llamamiento inusualmente claro viniendo de la Comisión, que durante toda la crisis no ha hecho otra cosa que expender la receta alemana de la austeridad.
Se refirió expresamente Rehn a Grecia y a España, de las que dijo cargan con un «insoportable nivel de paro». Y, en esta guerra, todos han de arrimar el hombro. «Los países deben hacer todo lo que sea necesario para reducirlo», reclamó el comisario. Y, «cada institución europea tendrá que hacer todo lo que esté en su mano, en el marco de su mandato», remachó. Incluido el BCE, al que los analistas interpretan que iba dirigido el mensaje del finlandés. LEER MÁS...
Fuente: La Voz de Galicia
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