El perfil demográfico de España continúa cambiando. Y lo hace de una manera cada vez más relevante. Un dato lo acredita. Entre 2008 y 2012, la emigración española se ha disparado. En concreto, 224.900 personas nacidas en España decidieron partir hacia el extranjero durante esos años. Y lo que no es menos significativo: con una evolución creciente a medida que se ha ido prolongando la crisis.
En 2008, el número de emigrantes fue de 33.500; en 2009, de 36.000; en 2010, la cifra ascendió a 40.200; en 2011, a 55.500 y un año más tarde el número creció hasta los 59.700. Todavía no hay datos correspondientes al año pasado, pero lo previsible es que la cifra haya seguido creciendo.
La consecuencia de esta evolución es que, a medida que se prolonga la crisis, España ha pasado de ser un país de fuerte inmigración extranjera a ser un territorio de emigración, motivado en su mayor parte por la salida de foráneos.
Leer más...
Fuente: El Confidencial
|