La crisis se ha llevado por delante gran parte de la vitalidad del comercio desde que el consumo en los hogares empezó a contraerse, pero unas comunidades han encajado los golpes mejor que otras. El comercio gallego sufrió en los últimos cinco años el cierre de locales, la pérdida de empleos en el sector y la disminución de sus ventas, aunque el efecto de la crisis en alguno de estos apartados fue menos dañino que en el conjunto del país. La reducción del volumen de negocio y de ocupación laboral fue desde 2007 más leve en Galicia que en España; en cambio, en la comunidad se cerraron de media más establecimientos comerciales en este periodo que en la totalidad del Estado. LEER MÁS...
Fuente: La Opinión
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