Tienen más de un siglo y desde sus ventanas han visto pasar de todo. Dos conflictos bélicos mundiales, la República, el alzamiento, la Guerra Civil, una cruenta posguerra, la dictadura. Y en el último lustro, la mayor crisis económica que muchos recuerdan. Desde el pasado año 2008, cuando estalló la recesión más larga de la democracia, han bajado la persiana en Galicia más casi catorce mil establecimientos, según los datos que maneja la Federación Gallega de Comercio (FGC). Pero hay puñado de negocios centenarios, historia viva en sus villas o ciudades, que han resistido al huracán y que han exhibido una encomiable capacidad de adaptación.
ADVERTISEMENT
Recientemente reconocidos y premiados por la Xunta, estos establecimientos, gracias al relevo generacional, siguen en la brecha. Algunos por haber reorientado su negocio en base a las nuevas demandas de los clientes y, en muchos casos, por haber preservado el modo artesanal de hacer sus productos, un modo de singularizarse en los tiempos modernos. Ahí están, por ejemplo, la Farmacia Couceiro, en Betanzos, cuyo inicio se remonta a 1719 (es el local más antiguo del que hay datos), la Sombrerería Iglesias, en Compostela, que abrió sus puertas en 1912 y está ahora en manos de la tercera generación. O la Librería Cándido de Rianxo, que arrancó en 1904. Leer más...
Fuente: La Voz de Galicia
|