El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó ayer a las autoridades políticas de las economías avanzadas a que hagan frente, con decisiones, a la "crisis de confianza" que se está instalando en los mercados, para evitar así un nuevo colapso financiero. El Banco Central Europeo (BCE) anunció ayer la aplicación de nuevas medidas que permitan aportar más liquidez a la banca de la UE.
El español José Viñals, director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMI, presentó ayer el informe Estabilidad Financiera Global elaborado por el organismo internacional y en el que se advierte de "una agudización sustancial" de los riesgos sobre la estabilidad financiera mundial.
El alto ejecutivo del FMI explicó que "la tensión sobre el crédito soberano procedente de los países con diferenciales (de deuda) altos", como España, alcanza los 200.000 millones de euros. A esa cifra hay que sumar los riesgos creados en el mercado interbancario, que supone otros 100.000 millones.
Viñals criticó que "las autoridades políticas en estas economías avanzadas aún no han logrado un respaldo político amplio para afianzar lo suficiente la estabilidad macrofinanciera" y, por ello, "los mercados han empezado a cuestionar la capacidad de dichas autoridades para tomar las medidas necesarias".
Y resumió: "Hemos vuelto a la zona peligrosa", para achacar la evidente crisis de confianza a una triple D: "Débil crecimiento, débiles balances bancarios, débiles decisiones política". Viñals se refirió también a España, y alabó el "éxito" de la reestructuración de las cajas de ahorros, pero consideró "fundamental" que se complete el "ambicioso" proceso de transformación financiera y se siga avanzando en las reformas estructurales "con la mayor decisión posible".
El Banco Central Europeo (BCE), en sus intentos por evitar el colapso financiero, anunció ayer que ha modificado los requisitos exigidos a los activos para ser utilizados como garantía en sus operaciones de financiación. Eso supone que a partir de ahora aceptará más instrumentos de deuda, incluso no cotizados, como colaterales. Eso supone ampliar las posibilidades y, por tanto, las facilidades para aportar liquidez a la banca.
El regulador monetario europeo también comunicó ayer que ha prestado 500 millones de dólares en la última subasta semanal en dólares a un único banco europeo, cuya identidad no se ha revelado, al igual que en ocasiones anteriores.
Fuente: la opinión A Coruña