Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países miembros del G-20 (el grupo que aglutina a las principales potencias económicas y los mayores países emergentes del planeta) expresaron ayer su compromiso para dar una "respuesta internacional fuerte y coordinada" a los renovados desafíos a los que se enfrenta la economía global y su disposición a adoptar "todas las medidas necesarias" para preservar la estabilidad del sistema bancario y los mercados financieros.
La amenaza de una nueva recesión mundial, impulsada por la crisis de la deuda en la zona del euro, centra también desde ayer los debates de los ministros de finanzas de más de un centenar de países, reunidos en Washington en las asambleas anuales del FMI y del Banco Mundial.
Las bolsas europeas cerraron ayer en positivo, alentadas por la declaración del G-20 pero sobre todo por los rumores de una posible intervención del Banco Central Europeo (BCE) para recortar los tipos de interés en la zona euro.
Tras la desastrosa jornada bursátil de la víspera, todas las principales plazas europeas (lideradas por el Ibex-35 español) cerraron al alza. El parqué español subió el 2,12%; Milán, el 1,36%; París, el 1,02%; Fráncfort, el 0,63% y Londres, el 0,50%. Los bancos impulsaron las subidas.
La prima de riesgo española, que mide el sobreprecio que exigen los inversores para comprar deuda pública española en vez de alemana, bajó hasta los 345,9 puntos básicos ante los rumores de una acción agresiva del BCE.
La inquietud se centra ahora en Europa, donde Grecia ha colocado a la zona en una situación muy delicada. Japón anunció ayer su disposición a apoyar a la zona euro. El ministro de Finanzas nipón, Jun Azumi, afirmó que Japón está preparado para dar más apoyo a los países de la UE con la compra incluso de bonos del fondo de rescate europeo (EFSF), bajo la condición de que Europa haga esfuerzos para solucionar sus problemas de deuda.
La directora-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde, volvió a advertir de que el mundo atraviesa "un momento decisivo" y urgió a las economías avanzadas a "acelerar" los esfuerzos de reformas ya que son las que tienen una "especial responsabilidad" para hacer frente a la crisis.
La vicepresidenta del Gobierno español y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, pidió ayer, en su intervención ante los 187 miembros del FMI y el BM, que "se mire más allá de la volatilidad de los mercados" y destacó, frente a ello, "el progreso en las medidas de consolidación fiscal y reforma financiera" tomadas en la eurozona y en España.
Y el ministro británico de Finanzas, George Osborne, declaró que los miembros de la eurozona son conscientes de que "el tiempo se agota" para poner en marcha todos los cortafuegos para frenar el contagio griego.
Nuevos peligros
El grupo de las veinte naciones más poderosas del planeta (G-20), en el que España ha vuelto a estar presente (en la cena de trabajo participó la vicepresidenta económica Elena Salgado), identificó como los nuevos peligros para la economía mundial los crecientes riesgos a la baja por las tensiones en la deuda soberana, la fragilidad del sistema financiero, las turbulencias en los mercados, el "débil" crecimiento económico y el "inaceptable elevado desempleo".
Fuente: Faro de Vigo.
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