El PP teme que las nuevas tasas recaigan en las clases medias y mermen la confianza de los mercados en España. Montoro anuncia una gran reforma fiscal que haga el sistema más eficiente
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, avanzó ayer que el Gobierno estudia recuperar el impuesto sobre el patrimonio en el Consejo de Ministros del próximo día 16, para hacer "una distribución del ingreso más justa". Jáuregui descartó, en todo caso, que la medida se tome en la reunión que el Gabinete celebrará mañana, jueves, con un día de adelanto, por ser fiesta en Madrid el viernes.
En una entrevista radiofónica, Jáuregui se pronunció de este modo a propósito del anuncio hecho el lunes por el candidato socialista a la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que espera recaudar 2.500 millones de euros, que dedicará a crear empleo, gracias a un impuesto sobre las grandes fortunas y a otro sobre los beneficios bancarios.
El portavoz del Ejecutivo, José Blanco, ya adelantó la pasada semana que el Gobierno no tendría tiempo para crear un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas porque no sería posible aprobarlo antes de que acabe la legislatura. Sin embargo, sí sería posible modificar el impuesto de Patrimonio porque se trata de un tributo ya creado, pero que en la práctica se encuentra congelado, por lo que podría ser resucitado con un simple decreto.
Jáuregui aprovechó el actual momento preelectoral, en el que cada partido está poniendo sobre la mesa sus propuestas para la próxima legislatura, para afirmar: "Nosotros creemos que probablemente la redistribución del gasto y la distribución fiscal del ingreso, es decir, la manera en que los españoles soportamos los impuestos, van a tener que estudiarse".
Respuesta del PP
El anuncio de Jáuregui fue respondido de inmediato por el PP. El coordinador de Economía popular, Cristóbal Montoro, advirtió al ministro de que la recuperación del impuesto sobre el patrimonio podría recaer sobre las clases medias, lo que, en su opinión, "sería muy negativo para la recuperación de la confianza de los mercados en España".
Montoro aseguró que "el problema del Gobierno es que tiene que hacer gestos a la izquierda para que vuelva", ya que la ha perdido por su política, por la destrucción de puestos de trabajo y por las subidas de impuestos, y con congelaciones de rentas que han afectado a las clases más débiles económicamente.
En todo caso, el dirigente popular indicó que la aplicación de un impuesto para los grandes patrimonios y otro para la banca, tal y como promueve Rubalcaba en su precampaña, no gusta al PP ya que, sostuvo, no proporciona financiación al Estado.
Así, Montoro aseguró que lo que realmente hay que hacer es una gran reforma fiscal. En concreto, anunció que el PP estudia una posible reforma tributaria, de la que apenas dio más detalle que el hecho de que se prevé incluir en ella el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El objetivo es conseguir un sistema tributario "más eficiente", argumentó Montoro, quien explicó que el PP está "en esa tarea ahora".
Horas después de que Montoro desgranase estas ideas, y en pleno debate todavía por el anuncio de Jáuregui, la patronal CEOE terció en la polémica. Su presidente, Joan Rosell, afirmó que en momentos "excepcionales se deben hacer cosas excepcionales" y a quienes tengan las rentas más altas hay que pedirles sacrificios "como a muchos grupos sociales que tienen una serie de ventajas" que en el futuro "no se podrán aguantar".
Respecto a la fiscalidad de los más ricos, Rosell señaló en rueda de prensa que la "mesa" de los impuestos en España tiene cuatro patas: el IVA; el IRPF, donde iría el impuesto sobre el patrimonio; el impuesto de sociedades; y los impuestos especiales, a los que se añaden las cotizaciones sociales.
"Podemos subirlos por un lado y bajarlos por otro", subrayó Rosell, quien insistió en que "es más fácil jugar con el IRPF" y en que el impuesto sobre el patrimonio va incluido en él.
Rosell señaló, además, que la CEOE está dispuesta a "hablar de lo que sea" en materia fiscal, pero no de un impuesto concreto, porque considera que subir o bajar determinados impuestos tiene ventajas e inconvenientes, por lo que aboga por estudiar la cuestión de forma "global", en línea con lo anunciado por Montoro. Rosell pidió, además, un sacrificio a quienes tienen un puesto de trabajo "asegurado" y sostuvo que "en esa dirección debemos remar todos".
Fuente: La opinión A Coruña.
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