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Industria detendrá el alza del 5,9 %, pese a aumentar el déficit de tarifa
El Ministerio de Industria no ha tardado ni 24 horas en corregir su postura para garantizar que la luz no subirá a partir del sábado. La demanda de la patronal eléctrica, que exigía un incremento de al menos un 4 % para no seguir engordando el déficit de tarifa, pesó menos que la presión electoral.
El PSOE no veía prudente un encarecimiento de la luz en plena precampaña. Así que la comisión delegada de Asuntos Económicos forzará hoy mismo que los precios sigan como están hasta final de año. Será el nuevo Gobierno salido de las urnas el que se enfrente a otra subida o a una nueva congelación del recibo, pero siempre de cara al 1 de enero del 2012 y con la espada de Damócles del déficit tarifario sobre la cabeza, una losa que pesa ya por encima de los 22.000 millones de euros, de los que cerca de 3.400 corresponden al ejercicio del 2011.
Fuentes del departamento que dirige Miguel Sebastián confirmaron ayer la intención del ministerio de detener la subida, que según el resultado de la subasta eléctrica celebrada el martes tendría que ser de un 5,9 %, casi el doble del actual IPC, situado en el 3 %. Los precios de la electricidad se revisan cada tres meses. El 50 % del recibo sale de esa subasta que realizan los comercializadores de último recurso, que suministran la energía a 24 millones de hogares y pymes españolas acogidos a la TUR. Y la otra mitad la regula el Gobierno, que tiene la potestad de fijar los denominados peajes de acceso, es decir, el conjunto de costes del sistema, incluidas por ejemplo las primas a las energías renovables o las subvenciones del carbón nacional.
La luz ya subió un 9,8 % el pasado enero y un 1,5 % en julio. En realidad, el Ejecutivo de Zapatero se despide habiendo incrementado el precio de la electricidad en más del 50 % desde su llegada. Y sin haber podido sacar adelante el pacto energético que se intentó cerrar con el PP. Tampoco quedan definidas las primas de las que disfrutarán las energías renovables a partir del año 2013.
Ni se ha resuelto la queja gallega sobre los registros de preasignación, una especie de lista de espera para los nuevos parques eólicos que no sigue criterios de eficiencia, sino que atiende al que llegue primero, con independencia de la «calidad» de las instalaciones.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
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