La subasta eléctrica superó en casi dos puntos la previsión de la patronal
Las previsiones de la patronal eléctrica, Unesa, se quedaron ayer cortas en la subasta de electricidad que protagonizaron los comercializadores de último recurso para garantizar el suministro de los próximos tres meses. Los empresarios habían calculado que los precios de la puja subirían una media del 8 %. Trasladado a los recibos de la luz que pagan los 24 millones de usuarios de la tarifa de último recurso (TUR), este incremento significaba un encarecimiento del 4 %, ya que las subastas trimestrales de la electricidad determinan el 50 % del precio final para los consumidores.
Pero fallaron las estimaciones. Porque la decimosexta puja Cesur se cerró con un aumento del 9 % para el término de base y del 13 % para el término de energía, lo que implica un alza media superior al 11 % que, trasladada a los usuarios, supondría encarecer un 5,9 % los recibos de la luz.
El Gobierno tiene 72 horas para corregir esta situación. Lo podría hacer bajando en la misma proporción la parte regulada de la tarifa, que pesa otro 50 % en el recibo. Pero el Ministerio de Industria ya propuso a la Comisión Nacional de la Energía congelar su parte del precio (los denominados peajes de acceso). Si no rectifica, la luz subirá cerca de un 6 %, que se añadiría al 9,8 % de incremento en enero y al 1,5 % aprobado en julio.
Además, como el precio de la TUR sigue siendo la referencia para los comercializadores que actúan en el mercado libre, es más que posible que los clientes al margen de la tarifa de último recurso acaben también acusando la misma subida. La decisión última corresponde a la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que se reunirá mañana. Pero este nuevo tarifazo eléctrico se ha convertido en un auténtico problema político.
Con las Cortes ya disueltas y con un Ejecutivo en funciones, el PSOE está convencido de que un encarecimiento de la luz de estas dimensiones, duplicando prácticamente el actual 3 % del índice de precios de consumo, sería una cruz electoral difícil de soportar para el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba.
Frenar el déficit
El problema es que la decisión partirá de la propuesta que haga el Ministerio de Industria. Y su titular, Miguel Sebastián, ya ha dicho que por encima de la mala aceptación ciudadana que tenga un aumento del precio de la electricidad, lo importante es no seguir engordando el déficit de tarifa, una losa que supera ya los 22.000 millones de euros, y que solo este año podría superar la barrera de los 3.000 millones, el límite legal que el propio Gobierno de Zapatero se autoimpuso para no seguir engrosando esta cuenta del Estado.
Salvo aplazamientos, el Gobierno se comprometió con las eléctricas a devolverles ese dinero antes de que acabe el 2013. Una buena parte ya fue reembolsado tras titulizar parte de esta deuda en los mercados financieros. Ayer, portavoces de la organización de consumidores Facua exigieron al Gobierno que haga lo posible para garantizar que la tarifa «quede congelada», a pesar del resultado de la subasta de electricidad
Fuente: LA voz de Galicia
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