La oposición rechaza la propuesta por entender que supondrá recortes
El Gobierno gallego cumplió ayer el trámite legal que precede a la presentación de su proyecto presupuestario, al lograr que el Parlamento aprobara sin dificultades el tope máximo que podrá gastar el año próximo, fijado en 9.172 millones de euros. El llamado techo de gasto fue sacado adelante solo con los 38 votos de la mayoría del PP, pues tanto el PSdeG como el BNG rechazaron la propuesta por entender que su aplicación se traducirá en nuevos recortes en las políticas sociales.
Con la cifra elegida como tope, el Ejecutivo de Feijoo se asegura la posibilidad de atender en el 2012 prácticamente los mismos compromisos presupuestarios que tenía este año, algo especialmente relevante en un contexto financiero tan volátil y en el que la Administración del Estado está abocada a arrancar el próximo ejercicio con unas cuentas prorrogadas, en tanto el Gobierno que salga de las urnas el 20 de noviembre no elabore el nuevo presupuesto.
De hecho, el techo de los 9.172 millones de euros -la cifra sería superior de incluirse la capacidad de endeudamiento- supone un ligero repunte del 0,2 % sobre la que había disponible a principios del 2011. Esto, a su vez, indica que el desplome del gasto público autonómico, que cedió un 15,1 % en los dos últimos años en diferentes ajustes, se ha frenado para empezar a tocar suelo.
En realidad, nada obliga a la Xunta a gastar el tope de los 9.172 millones. El gasto que refleje el proyecto presupuestario, que se remitirá al Parlamento el mes próximo, puede estar por debajo de esa cifra. Eso sí, nunca por encima, pues si crecieran los ingresos, habría que destinarlos a reducir déficit y a mejorar la solvencia financiera de la comunidad.
La conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, fue la encargada de defender en O Hórreo la propuesta del límite de gasto. Lo hizo poniendo en valor el hecho de que Galicia se haya convertido en la primera comunidad autónoma en aprobar un techo de gasto, en línea con lo que hizo el Gobierno central en el Congreso. Con este paso, aseguró Currás, se camina en la dirección de «blindar os servizos públicos fundamentais», pero tamén de «estabilizar os investimentos produtivos e de capital», manteniendo en todo momento la solvencia financiera.
Rechazo de la oposición
Pero mientras Currás presumía de que la propuesta del techo de gasto aporta «transparencia» al proceso de elaboración presupuestaria, desde la oposición la rechazaron sin demasiadas contemplaciones. La socialista María José Caride advirtió de que la apuesta de la Xunta se traducirá en «recortes ideolóxicos», dijo, a la vez que calificó el informe del Ejecutivo para fundamentar el techo de «escaso», al entender que explica de forma muy breve y somera cómo se llega a la cifra concreta.
El nacionalista Fernando Blanco puso de relieve que el techo de gasto «non lle vai a dar máis credibilidade» al Gobierno autónomo, al tiempo que remarcó que este corsé «corta a capacidade dos Gobernos para deseñar políticas económicas».
Pedro Puy, portavoz del PP, rechazó las acusaciones de la oposición sobre recortes ideológicos y abundó en que la técnica del techo de gasto lo que aporta es «transparencia».
Fuente: LA voz de Galicia.
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