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La que en su día fuera una de las tiendas de referencia en cuanto a ropa de marca en la ciudad, Pidolti, se va a pique. Desde que el pasado 16 de septiembre la cadena presentara un concurso de acreedores voluntario por su incapacidad para hacer frente a sus deudas, los carteles de promociones y liquidación total por cierre han ido apareciendo poco a poco en los escaparates de las siete tiendas que la firma posee en la ciudad. Sin ir más lejos, desde hace unos días la tienda de la línea 3G en San Andrés 53 se encuentra cerrada al público, la de Be U y Cool, situada en el número 115 de la misma calle, anuncia el cierre para el próximo 26 de noviembre, y la de Be U en el centro comercial de Cuatro Caminos hace meses que liquida la mercancía.
El goteo de cierres no cesa, y los pequeños comercios que todavía resisten representan un pequeño oasis en medio de un desierto. «Es horrible, no había por donde agarrar. El pequeño comercio se está yendo a pique». Lo dice Celia Nieto, que el pasado miércoles se vio obligada a bajar entre lágrimas la verja de Planeta Paraíso después de 15 años detrás del mostrador. Como otros colegas de profesión culpa al exceso de centros comerciales el descenso en las ventas, pero añade que la marcha de Zara de Torreiro también tuvo mucho que ver, al igual que las excesivas rentas que, a pesar de la crisis, piden por los locales.
El local de al lado también está vacío desde el pasado 2 de noviembre. Piccola, una tienda de complementos y vestidos de fiesta, ha vuelto a su antiguo local, de menores dimensiones, a escasos metros, en Canuto Berea 7. Otro de los bajos que en los próximos días se vaciará es el que la firma 14 OZ posee en San Andrés 90. Un cartel en el escaparate anuncia su cierre por traslado a la tienda que la firma ya posee en Payo Gómez.
Calle Real
La calle Real, que hasta la fecha se ha salvado, ha empezado a notar el tsunami de cierres. La cadena Misako, de bolsos y complementos, redujo en septiembre su presencia en la ciudad, con el cierre de la tienda de la calle Real. Y es que aunque el centro es el principal damnificado, los centros comerciales tampoco se libran. Ban Ban, una tienda de ropa infantil, abandonó a principios de mes su local en Espacio Coruña.
Fuente la voz de galicia
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