Cuatro años después de que el Banco Central Europeo (BCE) realizase una inyección de liquidez histórica (94.841 millones de euros) para calmar al sector financiero ante la crisis de las hipotecas subprime, el mundo teme una nueva recesión global. Los expertos están divididos. Algunos apuntan que esta segunda desaceleración es «una fase más» de la crisis que arrancó en el verano del 2007. Otros sostienen que las burbujas que atenazan a las economías emergentes «no permiten descartar este riesgo». De lo que no cabe duda es de que el mundo debe prepararse para «aprender a vivir de otra manera», como pronostica el catedrático de Economía Santiago Niño. A su juicio, «hay crisis para seis años más». Y si la recesión se confirma, España «sería una de las economías más afectadas». El crecimiento nacional será plano este año (0,7 % en las previsiones más optimistas). El poder adquisitivo de los españoles cae (ver gráfico). El paro juvenil ronda aún el 44 %. El consumo interno está debilitado como nunca. Y la producción industrial no emite signos de recuperación. En esta tesitura, el país depende más que nunca de que las soluciones de los nuevos líderes internacionales funcionen. Así lo ven los expertos.
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Fuente La Voz de Galicia
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