El Parlamento de España aprobó este miércoles definitivamente, con la luz verde que dio el Senado gracias a la mayoría absoluta del PP de Mariano Rajoy, una ley hipotecaria contra la que votó toda la oposición y que no recoge las reivindicaciones del colectivo que lucha contra los desahucios en plena crisis.
La votación en el Senado terminó con las protestas desde la tribuna de invitados de un grupo de afectados por este problema, al que la crisis económica ha convertido en una de las principales preocupaciones que apuntan los españoles en las encuestas y que ha llevado a varias personas a suicidarse en los últimos meses.
La nueva ley hipotecaria deja fuera la dación en pago, que era la principal reivindicación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Es «una ley hecha para proteger y defender los intereses de la banca, enfrentados en este caso a los derechos fundamentales de las personas», se queja el movimiento.
La dación en pago perseguía que quienes no pudieran hacer frente al pago de sus hipotecas pudieran saldar completamente su deuda entregando sus viviendas al banco, sin tener que seguir pagando.
Ahora mismo se da el caso de que muchas personas desahuciadas tienen que seguir haciendo frente al pago de una deuda al banco, ya que el valor de la vivienda embargada ha caído frente al préstamo que en su día concedió la entidad financiera.
Pero según el gobierno de Rajoy, la dación en pago generalizada «podría dañar sin remedio las garantías hipotecarias» y el acceso a préstamos hipotecarios.
Entre las medidas de la nueva ley se incluye la suspensión de los desahucios durante dos años, pero solo para colectivos muy vulnerables, dejando fuera a la mayoría de los afectados.
Amplía también de uno a tres los impagos a partir de los cuales el banco puede iniciar un proceso de desahucio y permite a los jueces detenerlos cuando detecten cláusulas abusivas en las hipotecas.
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Fuente: La Voz de Galicia
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