La CEG pide superar el «presentismo» y la parte social, más conciliación
Hay quien interpreta el mundo como una esfera partida en dos: la de los que trabajan de nueve de la mañana a cinco de la tarde -la mayoría de los países de la UE-y la de los que mantienen el abierto 24 horas para hacer negocio. Es decir, diferencia entre Occidente y Oriente, con un matiz añadido: la excepción de España, en donde los horarios carecen en muchas ocasiones de la más mínima racionalidad. Los europeos suelen bajar las persianas de sus negocios en torno a las cinco, mientras en España mucha gente a esa hora acaba de empezar su jornada de tarde, que no es infrecuente que se prolongue más allá de las ocho. Y lo que resulta más sorprendente, a ojos de los analistas, es que no por ello figura en el vértice del ránking de competitividad. Los empresarios proponen superar el simple «presentismo» en el puesto de trabajo y los sindicatos apuntan hacia horarios que permitan una mayor conciliación.
Los empresarios gallegos lo tienen claro. «Propiciar una mayor presencia en el puesto de trabajo debe guardar relación con las necesidades de la empresa, y además el desempeño en el trabajo debe medirse en base a los resultados, a la eficiencia demostrada por la fuerza laboral, no a su permanencia en el puesto de trabajo», advierte el director de la Asesoría Xurídica e Relacións Laborais de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), José Antonio Neira.
«Flexibilidad interna»
La CEG apuesta por romper «criterios monolíticos» porque «los esquemas tradicionales de la jornada laboral no resultan válidos». «A veces el volumen de trabajo puede canalizarse a través de una jornada partida; en otras, de manera continua, y ciertos sectores requieren su concentración en días determinados o períodos puntuales del año», asegura Neira, quien defiende la «flexibilidad interna».
FUENTE LA VOZ DE GALICIA
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