Han sido meses de ir contra corriente, pero las cifras del tercer trimestre obligaron al Gobierno a admitir ayer, por vez primera, que sus previsiones de crecimiento para este año eran irreales. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, sostuvo que el PIB se quedaría en el 0,8 % interanual en el 2011, es decir, medio punto por debajo de lo estimado por el Ejecutivo, y en línea con los cálculos del resto de organismos nacionales e internacionales.
La prueba definitiva de que la economía nacional no tiene fuelle fue el crecimiento nulo registrado en el tercer trimestre, dos décimas menos que el anterior, mientras que la evolución interanual registró un anémico 0,8 %, idéntico al del trimestre precedente. En la comunidad autónoma gallega se repite la misma ecuación, con el agravante de que la evolución interanual de la economía gallega fue dos décimas menor que la media nacional, un 0,6?%, y repite estancamiento intertrimestral.
Los datos publicados por el INE confirman lo avanzado en su día por el Banco de España: la demanda interna es un lastre que no logra compensar el tirón del sector exterior que, además, comienza a ralentizarse, con menos exportaciones y un repunte en las importaciones.
Pero la herida mortal para la recuperación de la economía, que está nuevamente a un paso de la recesión, la infligieron el ajuste que las Administraciones públicas han hecho en sus gastos y la contracción de la inversión en la contrucción.
Si España se ha quedado casi sin gas, Galicia registra las mismas carencias, agravadas por esas dos décimas a la baja. El PIB autonómico (0,6?%) acumula seis trimestres consecutivos en positivo, según el Instituto Galego de Estatística (IGE), lo que no deja de resultar escaso consuelo. El director de la entidad, José Antonio Campo Andión, habló ayer de «crecimiento cero» en este tercer trimestre, y sin que se perciban signos de escampada. El empleo, medido en términos de trabajo equivalentes a tiempo completo, decreció un 2,5?%, lo que supuso 27.573 ocupaciones.
El gasto en consumo final de los hogares gallegos disminuyó un 1,4?%. Las ramas energéticas descendieron un 2,5?%, las industriales un 3,9?% y la construcción, un 2,4?%. Campo Andión, llegado este punto, y en previsión de un cambio de Gobierno, apuntó que «determinados axustes hai que facelos»
FUENTE LA VOZ DE GALICIA
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