El gráfico es extremadamente elocuente. Y refleja los problemas de España para reconducir el endeudamiento público. Los servicios de la Comisión Europea lo acaban de publicar en un documento de trabajo en el que se sitúa a España como el país de la Unión Europea que más verá crecer la deuda del sector público entre 2012 y 2016. En concreto, algo más de 14 puntos del PIB. O lo que es lo mismo, unos 140.000 millones de euros a los precios actuales. Sólo Reino Unido, con un crecimiento del endeudamiento algo superior a nueve puntos de su PIB, puede compararse con el caso español.
La cifra contrasta, según la Comisión Europea, con el descenso de los niveles de deuda que se prevé para la media de la eurozona: 2,5 puntos del PIB. Incluso naciones con niveles de deuda superiores al español -como Italia, Bélgica o Portugal- verán como la ratio en relación al PIB decrecerá de manera significativa. Dentro de la eurozona, sólo Francia y Holanda verán crecer algo sus pasivos, pero, como sostiene la CE, el aumento será “marginal”.
No es, desde luego, el caso de España. Y es que, según sus estimaciones, la deuda pública representará en 2016 el 98,4% del PIB, un nivel jamás alcanzado por la economía. La causa de este persistente aumento del endeudamiento tiene que ver con tres factores. Por un lado, con el mantenimiento de elevados déficits públicos (6,5% en 2013; 5,8%, en 2014; 4,2% en 2015, y 2,8%, en 2016). Pero es que, además, la inexistencia de superávits primarios durante el primario (el saldo presupuestario sin tener en cuenta el pago del servicio de la deuda) provocará aumentos adicionales de la deuda. Justo al revés de lo que sucederá en Alemania o Italia, que se podrán aprovechar (en unos diez puntos de PIB) de que sus economías tendrían superávits si no tuvieran que pagar intereses.
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Fuente: El Confidencial
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