La Unión Europea (UE) se ha planteado retirar el voto a los países que no cumplan con los objetivos de déficit y deuda, así como intervenir directamente en los gobiernos de los socios con problemas dando capacidades a las autoridades comunitarias para enmendar los presupuestos nacionales.
Las medidas las expuso ayer el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en un debate en la Eurocámara en el que también participaron los presidentes de la Comisión Europea (CE) y del Eurogrupo, José Manuel Durao Barroso y Jean-Claude Juncker, respectivamente.
"Habrá que analizar si debemos crear casos extremos para más sanciones, tales como la suspensión de los derechos de voto, la suspensión de fondos estructurales o de otros pagos, u otorgar poderes a una autoridad central para que intervenga en los procedimientos presupuestarios nacionales", explicó Van Rompuy.
En este marco, planteó "la posibilidad de avanzar hacia una mutualización limitada de la deuda pública", a fin de reforzar la unión económica en los países de la moneda única. También añadió que se estudia "la armonización de algunos impuestos" y de políticas sociales.
Estas propuestas forman parte de una hoja de ruta a discutir en la cumbre comunitaria del 9 de diciembre que buscará mejorar la gobernanza económica y en la que también se tratará la posibilidad de acometer "cambios limitados" en el Tratado de Lisboa. En marzo o abril se presentará un informe final.
LA OPINION A CORUÑA
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