La ocupación entre los que llegan al menos hasta la licenciatura creció un 7% desde 2008 y se convierten en el segundo colectivo con más trabajadores en activo. El 60% de los gallegos llega a los estudios obligatorios
El pinchazo de la economía, con una doble recesión de por medio y la todavía débil recuperación, se llevó por delante más de 201.000 puestos de trabajo en Galicia. Una reducción sin precedentes del volumen de ocupados del 17%, el equivalente a siete de cada diez vecinos de la principal urbe de la comunidad, Vigo, o más de ocho en el caso de la ciudad de A Coruña se quedaran fuera del mercado laboral durante estos últimos cinco años. Pero la sangría del desempleo no atizó por igual a todos los sectores, ni a todas las edades ni, sobre todo, a todos los perfiles. Hay un colectivo en el que la empleabilidad es, aunque parezca imposible, mayor a estas alturas que en 2008, cuando el paro inició su vertiginoso incremento. La de aquellos efectivos con estudios superiores, que acumulan una subida del 7,4% y que se convierten en el segundo grupo con más personal activo en función de su preparación por detrás de los que llegaron hasta la secundaria obligatoria.
"Según muestran los datos, el nivel de estudios influye positivamente en la inserción en el mercado laboral y la población con estudios superiores sufre en menor medida los efectos de la crisis económica", explican desde el Instituto de Investigaciones Económicas de Valencia (Ivie), que acaba de publicar junto a la Fundación Bancaja un análisis del cambio educativo y productivo en el país desde 1964. "Así -añade-, un mayor nivel de estudios va asociado a mayores probabilidades de ser activo o estar ocupado". ¿Cuánto más? Pues hasta un 28,4% más de posibilidades de ser activos y un 27,8% de ocuparse que una persona que solo cuente con estudios primarios.
Hasta el segundo trimestre del pasado 2013, la última referencia del análisis, el número de ocupados en Galicia era 998.494, frente a los más de 1,2 millones que la región alcanzó en 2008. Desde entonces, los contratos en vigor con trabajadores analfabetos, un nivel educativo en clara tendencia a la residualidad, se desplomaron un 87%; por encima del 55% entre aquellos con primaria; un 13% para los que alcanzaron el bachillerato elemental; un 19% en los de superior; entre un 10% y un 17% en los estudiantes de Formación Profesional grado superior y grado medio, respectivamente; hasta un 11% en aquellas carreras más cortas y antiguas diplomaturas; y, finalmente, un incremento del 7,4% entre los que pasan un segundo ciclo, postgrados o másteres.
Entre 2009 y la primera mitad de 2013, el total de ocupados con estudios superiores creció en 10.600 -la diferencia neta entre los ceses que se dieron en este periodo y las nuevas ofertas que entraron- y suman 154.070. Hace cuatro años eran el cuarto colectivo en número de empleados, por detrás de la FP de segundo grado, aquellos sin estudios o con primaria y los que fueron más allá del graduado y disponen de certificado de estudios secundarios. Ahora, solo este último grupo, de bachillerato elemental, supera a los licenciados en la ocupación en la comunidad, con 339.592 personas.
Pese al evidente cambio, Galicia mantiene la importante brecha que le separa de la mayoría de comunidades en formación. Era la quinta en 1977 con mayor presencia de aquellos que tienen como máximo estudios obligatorios en el conjunto de la población en edad de trabajar. Más de un 90%. Tres décadas y media después y aunque ese porcentaje se sitúa alrededor del 60%, la región empeora una posición y queda en cuarto lugar, solo superada por Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, según refleja el informe del Ivie. Hay 665.000 gallegos sin estudios primarios, otros prácticamente 700.000 con bachillerato elemental, 236.800 que alcanzan el superior, 350.000 con títulos de FP, 157.000 diplomados y 204.800 con licenciatura, el doble que en 2000 y diez veces más que en 1977.
Fuente: Faro de Vigo
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