El Banco de España confirma el estancamiento del PIB y la OCDE alerta de recaída en la UE.
Era un temor y ayer se convirtió en realidad. El Banco de España confirmó en su último Boletín Económico que el crecimiento del país se estancó en el tercer trimestre del año, mientras que el incremento interanual del producto interior bruto (PIB) se quedó en el 0,7 %, porcentaje idéntico al del trimestre previo y que aleja cada vez más la posibilidad de que se materialice la previsión del Gobierno, del 1,3 % para este año.
El tímido avance intertrimestral -solo del 0,2%- registrado entre abril y junio ya hacía presagiar lo ocurrido en el tercer trimestre, que coloca a España de nuevo ante el fantasma de la recesión, a un paso del crecimiento negativo.
El supervisor señala a una demanda interna sin pulso -otra vez en retroceso- como responsable principal, aunque no único, de la «variación intertrimestral nula» del PIB, que ni siquiera el buen comportamiento del sector exterior fue capaz de compensar, pese a que aportó ocho décimas al crecimiento -dos más que en el trimestre previo-, gracias al «dinamismo de las exportaciones de bienes y del turismo».
Las medidas de austeridad de las Administraciones, que se han dejado sentir en la contracción experimentada por el gasto (menos empleo público y compras netas), también han sido determinantes, al igual que la caída en la inversión en vivienda o, ya abriendo el foco al ámbito internacional, «la profundización de la crisis de la deuda soberana en Europa y el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento a nivel global».
Por el contrario, pese al adverso panorama del mercado laboral y también pese al repunte de la inflación, la falta de crédito, la disminución del valor de la riqueza y los discretísimos avances salariales, el Banco de España constata una recuperación en el consumo privado respecto al año anterior, que los hogares sufragan reduciendo -como ocurre desde finales del 2009- su tasa de ahorro.
El déficit, en la cuerda floja
La falta de tono de la economía lleva también al supervisor a advertir del «riesgo» de que no se pueda cumplir el objetivo de déficit, previsto para este año en el 6 % del PIB. La «debilidad» de la recaudación en los impuestos y la «inercia» del gasto, especialmente en las comunidades autónomas son las causas de ese potencial incumplimiento, según el informe, pese a que el Gobierno descartó tal escenario.
Pero no solo el Banco de España ha encendido las alarmas sobre la mala evolución económica. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), conocida como el «club de los países ricos», advertía ayer a la eurozona de una probable recaída en la recesión para el próximo año ya que, pese a que estima que este año su economía crecerá un 1,6%, sufrirá un intenso frenazo en el 2012, con un crecimiento estimado de apenas tres décimas, para volver a expandirse un 1,5 % en el 2013.
La actualización de las previsiones de la institución, presentadas en París por su secretario general, Ángel Gurría, se traducen en un recorte sustancial respecto a las anteriores, del mes de mayo, en el que se esperaba un crecimiento del 2 % para este año y el próximo.
Precisamente por lo negativo de las perspectivas, Gurría reclamó medidas, advirtiendo de que si la eurozona no resuelve la crisis de deuda, el futuro aún será peor. También pidió al BCE que rebaje los tipos de interés, actualmente en el 1,5%.
Lejos del 1,3%
Adiós al cálculo del Gobierno
El Ejecutivo cifró en el 1,3% el crecimiento anual del PIB este año, difícilmente alcanzable.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
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