La CEOE está recibiendo un chaparrón de críticas por sus últimas propuestas en materia laboral para salir de la crisis: el uso de miniempleos (minijobs), de 15 horas de máximo y 400 euros de salario, para aliviar las dramáticas cifras del paro -especialmente entre los jóvenes-, y la posibilidad de aligerar el sobredimensionado sector público despidiendo no solo a laborales sino también a funcionarios.
El respaldo a la primera propuesta defendida por el líder de los empresarios, Juan Rosell, -propuesta no oficial, ya que la patronal no la ha llevado a la mesa de negociación con los sindicatos- le ha llegado, sin embargo, desde Europa, puesto que el comisario de Empleo, Laszlo Andor, afirmó ayer, en la presentación de un informe sobre empleo, que los miniempleos podían ser «parte de la solución» para el paro juvenil de España, que sobrepasa el 40?%.
Andor ha alertado de que «el riesgo de una generación perdida» es el problema «más apremiante», pero que no cree que haya una única solución para él. En cualquier caso, abogó porque los miniempleos formen parte de un «paquete más amplio» de medidas específicas, como mejorar «las oportunidades de formación y prácticas» y ver el modo en que España -y otros países- «pueden usar mejor, de forma más eficaz, el fondo social europeo para crear puestos de trabajo para los más jóvenes».
Mejor que el «maxiparo»
Aprovechando la presentación de un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el responsable de la comisión de Economía y Política Financiera de la CEOE, José Luis Feito, volvió a defender los miniempleos, que comenzaron a funcionar en Alemania en el 2003 y que suponen una cotización empresarial de unos 150 euros.
Feito argumentó que no se trataba de sustituir todos los empleos posibles, sino de reducir el paro. «La elección no es entre un mini o un maxiempleo, sino entre un paro eterno, masivo y descomunal, y un contrato», dijo, y añadió que prefería un «miniempleo que un maxiparo». Rosell aseguró la víspera que los parados «lo pedían».
La voz de Galicia
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