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El Tesoro coloca letras a un año con una retribución media del 5%, la más alta desde 1997 y que supera a los 'superdepósitos' de la banca E Alemania es el único país que se aleja de esta situación
La crisis de deuda soberana es un problema que no está confinado en los países de la periferia europea y ayer quedó de manifiesto que casi todos los estados del euro están expuestos al contagio. Al hostigamiento de estas últimas semanas contra Italia y España en los mercados financieros se han sumado presiones sobre Francia, Austria y Bélgica, cuyas primas de riesgo tocaron ayer niveles máximos. Alemania es el único entre los países de cierto relieve que se salva de la quema. Es más, las tensiones están permitiendo a la economía germana financiarse en condiciones ventajosas. Al contrario que España, que ayer pagó intereses récord para captar dinero de los inversores: el 5% por dinero prestado a un año, más de lo que ofrecen los superdepósitos de la banca.
Las nuevas hostilidades resultan de la combinación de ataques especulativos y de la desbandada general de los inversores, que deshacen sus posiciones en bonos de ciertos países (España e Italia entre ellos) y se refugian en los de otros (Alemania) ante las dudas sobre la capacidad de gobiernos e instituciones europeas para cortar una crisis que sigue ahí año y medio después del primer rescate de Grecia. A pesar de las reformas y recortes, de los intentos de la UE por armar un sistema defensivo y de los cambios políticos forzados en Grecia e Italia, la zona euro presentaba ayer el parte de daños que se sintetiza en los siguientes puntos.
. España. Una de las claves del día estuvo en los resultados de la subasta de deuda que realizó el Tesoro español. Colocó en el mercado letras a 12 y a 18 meses por valor de 3.158 millones y tuvo una demanda holgada de los inversores, pero a costa de pagar el interés medio (5,02% en el caso de los títulos a un año) más alto desde 1997. La presión contra España en el mercado secundario (donde los inversores comercian entre sí con los bonos de deuda) se trasladó así al mercado primario y al bolsillo de los contribuyentes, que pagarán unos 44 millones extra en réditos. El Tesoro tendrá mañana otra prueba de fuego: volverá al mercado para captar hasta 4.000 millones.
Paralelamente, la prima de riesgo española (interés extra que exigen los inversores en el mercado secundario) escaló hasta los 455 puntos y llegó a tocar los 457, nuevo máximo desde que existe el euro.
La CE echó un capote a España y afirmó que el nuevo episodio de presión y especulación sobre la deuda española responde más al contagio de problemas originados en otros países (Italia o Grecia) que "a los fundamentos de la economía española".
. Italia. El ascenso del tecnócrata Mario Monti al Gobierno no ha bastado para aplacar la desbandada de los inversores de la deuda italiana y las maniobras especulativas contra el país. La prima de riesgo del bono italiano a diez años (diferencia respecto al interés que se paga por el bono alemán) cerró ayer en 529 puntos, por encima del diferencial de España.
. Más países. Francia, Bélgica y Austria también están en la diana, sea por dificultades en sus cuentas públicas, por su débil crecimiento o por la exposición de sus sectores financieros a la crisis. Sus primas alcanzaron ayer niveles de récord: 190 puntos en el caso francés, 313 en el belga y 186 en el austriaco.
. Las Bolsas. Las tensiones en el mercado de deuda provocaron pérdidas en los parqués bursátiles europeos. París tuvo el peor registro (-1,9%). El Ibex 35 español cayó el 1,6%.
Las generalizadas dificultades de los países del euro se agravaron a pesar de las intervenciones que viene realizando el Banco Central Europeo (BCE), mediante compras de deuda de los países. La aparente ineficacia de tales acciones, aceptadas sólo a regañadientes por las fuerzas más ortodoxas del BCE, ha llevado a un sector de expertos a demandar una actuación más decidida. El Gobierno español instó ayer al Eurobanco a seguir comprando deuda "de los países golpeados" para frenar la especulación. Alemania es el única ajena a las turbulencias de la deuda. La UE reconoce que el PIB alemán creció un 0,5% en el tercer trimestre del año. España tuvo crecimiento cero.
La cotización del bono alemán, refugio por su solvencia, rondó ayer el 1,78%, casi 1,1 puntos porcentuales por debajo de su tasa de interés en agosto, cuando se situó en el 2,9%. Esto significa que al Estado alemán endeudarse le sale cada vez más barato a medida que a sus socios les salen más caro. Cuando cunde el miedo, los inversores aumentan la demanda del bund alemán. Otra cosa es que el coste total del endeudamiento alemán sea mayor que el español respecto al PIB de cada país. Y ello aunque España pagó ayer su deuda sobre el 5%. La causa es que la deuda pública española es 20 puntos menos que la alemana respecto a la riqueza de cada país.
Fuente la opinion a coruña
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