Las sacas de votos de la emigración llegan casi vacías. Ni la campaña del Gobierno central y de la Xunta para movilizar al electorado en el exterior ni los mítines y encuentros al otro lado del Atlántico, donde reside el 80% de los gallegos emigrados, y en Europa han despertado el interés de la diáspora en la cita del próximo 20-N.
El objetivo que se marcaban la Dirección General de Emigración, dependiente del Ministerio de Trabajo, y la Secretaría Xeral de Emigración de la Xunta -movilizar a la cuarta parte del electorado en el exterior- no se ha cumplido: de los más de 1,4 millones de españoles residentes en el extranjero, cerca de 382.000 de origen gallego, tan solo han solicitado el voto por correo -sistema que utiliza la práctica totalidad de la emigración frente al voto en consulado que apenas llega al 2%- un total de 159.786 españoles en el exterior, de los que 33.140 son de Galicia (20,7% del total).
En esta cita con las urnas, a diferencia de lo que ocurrió en las generales de marzo de 2008, el voto de la emigración no decidirá ningún escaño debido a la escasa participación. En las generales de hace tres años y medio, los más de 400.000 votos procedentes de la emigración -cerca de 131.000 de la colectividad gallega- dieron un asiento más a los populares en el Congreso a costa de CiU.
. Electores en el extranjero.
De los más de 35,7 electores convocados para estos comicios -un total de 2.688.799 de Galicia-, casi 1,5 millones residen en el extranjero -381.877 originarios de la comunidad gallega-. A nivel nacional, el peso del voto emigrante apenas representa el 4,2% mientras que en el caso de Galicia, el porcentaje se eleva hasta el 14,2%. La diáspora gallega se concentra en Iberoamérica, solo en Argentina residen 135.740 (el 35% del total de gallegos emigrados). En Europa, la emigración se concentra en Suiza, donde están afincados cerca de 30.000 gallegos.
. Restricciones al voto exterior.
La reforma electoral pactada este año por PP y PSOE deja fuera de las elecciones municipales a los emigrantes y limita su participación a las autonómicas y generales. Pero en el caso de los comicios autonómicos, populares y socialistas imponen el sistema que hasta ahora se aplicaba para la diáspora en las locales: el voto rogado. Es decir, las papeletas ya no llegan al domicilio salvo que el elector residente en el exterior solicite la documentación electoral.
. Evolución del CERA.
La crisis demográfica no cruza la frontera. Mientras los municipios de la comunidad pierden población año tras año, la colonia gallega en el exterior no deja de crecer. La histórica cifra de posibles votantes gallegos en el extranjero se alcanza en las primeras elecciones generales en las que la emigración tiene que pedir el voto si quiere participar. Desde las generales de marzo de 2008, el número de gallegos inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) se ha disparado un 16,4% al pasar de los 327.823 contabilizados en febrero de 2008 a los cerca de 382.000 de noviembre. O lo que es lo mismo, a lo largo de los últimos tres años y medio más de 1.200 gallegos se dieron de alta cada mes en el censo emigrante. En cuanto a la evolución desde las municipales de mayo pasado, el número de gallegos inscritos en el CERA se incrementó en más de 4.500 nuevos electores en el exterior, lo que supone una media de 750 altas cada mes. Pero si se tiene en cuenta la cifra de electores en el exterior convocados en las municipales de 2007 -320.543- el incremento se dispara al 19% -una media de 1.100 altas cada mes-.
. Ley de nietos.
Detrás de este incremento del CERA está la ley de nacionalidad histórica. La conocida como ley de nietos abrió a finales de 2008 las puertas al pasaporte español y por tanto al derecho de sufragio a miles de hijos y nietos de emigrantes. En relación al 1 de enero de 2009, el censo emigrante de Galicia creció en más de 47.000 potenciales electores, lo que significa una media de 46 altas cada día -cerca de 1.400 cada mes-.
. Campañas de movilización.
Con el objetivo ya no de aumentar sino de mantener la participación de los emigrantes en los niveles de elecciones generales pasadas -en torno al 25%-, el Gobierno central y la propia Xunta promovieron una campaña informativa para movilizar al electorado en el exterior. Además de informar del proceso de solicitud del sufragio, que también para estos comicios se pudo pedir por internet, el Ejecutivo acordó flexibilizar los criterios del voto rogados para evitar la caída de la participación en el exterior. Y lo hizo permitiendo el envío gratuito de los sufragios procedentes del exterior, así como retomando convenios con Correos para garantizar que los votos lleguen en plazo.
. Participación de la diáspora.
Tal y como auguraba la emigración y temían los partidos políticos, la participación de la emigración en la cita del 20-N caerá en picado. Ya no solo por el descontento de la diáspora con la reforma electoral por la que se le excluye de la participación en las elecciones municipales, sino también por el sistema de voto rogado que por primera vez se aplica en unas generales. El número de solicitudes de voto por correo de la emigración ronda las 160.000, el 38% de los que participaron en las generales de 2008 -año en el que llegaron más de 413.000 sufragios del extranjero- y apenas el 11% del CERA. En el caso de Galicia, el número de votos procedentes del exterior para la cita del 20-N asciende a 33.320, lo que apenas supone el 9% de participación, muy por debajo del 25% que esperaba movilizar el Gobierno central para esta convocatoria electoral y que se queda en niveles similares a los de las municipales -entre un 5 y 10%-. Por provincias, los españoles originarios de Madrid son los que más solicitudes de voto enviaron -más de 20.500-, seguidos de los de A Coruña (12.296), Barcelona (10.401), Asturias (8.725), Pontevedra (8.580), Ourense (6.350) y Lugo (5.914).
. Peso del voto emigrante.
Los partidos dan por hecho que el voto emigrante no hará mover un solo escaño. ¿El motivo? La baja participación de los españoles en el exterior en la cita del 20-N. Por el contrario en las generales de 2008, la emigración dio un diputado más al PP a costa de CiU en Barcelona. Por una diferencia de apenas 300 papeletas, los populares consiguieron un diputado más en el Congreso. Pero en la convocatoria de hace tres años y medio, Correos entregó más de 413.000 votos procedentes del extranjero, un 23% más que en la cita de las generales anteriores. En el caso de Galicia el número de sufragios del exterior superó entonces los 130.000, lo que se tradujo en una participación próxima al 40%, casi nueve puntos más que en las generales de 2004. A Coruña fue en la cita electoral del 8-M de 2008 la provincia que más sufragios recibió del extranjero, con un total de 46.257 votos.
. Las papeletas del exterior.
Cita electoral, tras cita electoral, la emigración repite la misma estrategia a la hora de emitir su sufragio. Los españoles en el exterior votan al partido que esté en el Gobierno. En las dos legislaturas de Aznar, la diáspora voto PP y en los dos mandatos de Zapatero, cambió la papeleta para el PSOE. En esta ocasión, los socialistas esperan que la emigración mantenga el voto de confianza al nuevo candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, mientras que los populares trabajan en el exterior para transmitir la necesidad de cambio en La Moncloa. En la recta final de la campaña, los representantes del PP, PSOE y BNG en el exterior participan en mítines o charlas informativas -en el caso de los nacionalistas gallegos- en busca del apoyo de la emigración.
. Demandas desde el exterior.
La emigración quiere tener sus propios representantes. Y por ello reclama una circunscripción en el Congreso que les permita tener voz y voto en las Cortes. El modelo que plantea la diáspora, y que lleva el PSOE en su programa electoral, se fija en el sistema electoral de Italia, que permite a los emigrantes tener sus propias candidaturas, eligiendo entre sus listas a varios diputados y senadores. En el caso de España, la emigración ya ha hecho números. Y su propuesta pasa por doce diputados y diez senadores propios.
. La crisis y la emigración.
Los gallegos del siglo XXI vuelven a comprar billetes para hacer las américas. Décadas después de la oleada de barcos que cruzaron el Atlántico en busca de un futuro mejor, Galicia vuelve a hacer las maletas. Desde el inicio de la crisis, más de 30.000 gallegos con formación se marcharon a trabajar a otros países. La mayoría se fueron a Argentina, Uruguay, Venezuela, Brasil, Suiza y México.
Fuente la opinion a Coruña.
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