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Las inversiones son una de las llamadas magnitudes de ajuste de los presupuestos porque es a este capítulo al que se recurre para cerrar las cuentas, dado que otros gastos como los de personal o mantenimiento son fijos y ahí resulta muy complicado jugar con ellos. Por eso, en un año 2010 marcado por la crisis, todas las administraciones han tenido que enfrentarse a unos mermados presupuestos y la que más y la que menos ha acudido a las inversiones para poder cuadrar los números. Los ayuntamientos gallegos no han sido un excepción y el pasado año, con respecto a 2009, han recortado en su conjunto las inversiones reales en un 17,5%, según los datos del informe de liquidación presupuestaria de las entidades locales elaborado por el Ministerio de Economía.
De los 932 millones de euros que invirtieron en 2009, el pasado año se pasó a 769, lo que significa 163 millones de euros menos, aunque la cifra está sujeta a pequeñas modificaciones porque 31 ayuntamientos gallegos no había entregado a 31 de agosto al Ministerio de Economía la documentación sobre su ejecución presupuestaria.
La ciudades gallegas no se han situado al margen de esta política de reducción de las inversiones. Es más, el recorte que aplicaron superó en cuatro puntos la media gallega, pues supuso una caída del 21,6%. De los 278 millones invertidos en 2009 se pasó al año siguiente a 218. La excepción la marcó el Concello de Pontevedra. Según el Ministerio de Economía, fue la única ciudad -y uno de los pocos ayuntamientos de Galicia- que aumentó su capítulo de inversiones, al pasar de 22 millones de euros en 2009 a 26,2 en 2010. El incremento fue de un nada despreciable 18,8%.
Pero en las restantes seis ciudades, las tijeras tuvieron trabajo. En la que más, en A Coruña. Su gobierno local tuvo que rebajar casi en un tercio las inversiones con que contó en 2009. De 82 millones de euros tuvo que pasar al año siguiente a 55,7, un 32% menos. Muy similar fue el comportamiento de Ferrol, aunque con unas cifras muy modestas. La caída de la inversión municipal en este ayuntamiento fue del 31,4%, al bajar de los 15,7 millones de 2009 a los 10,8 de 2010.
Lugo y Ourense no anduvieron muy lejos, con unos descensos del 29,5% y del 25,8%, respectivamente. El Concello ourensano perdió entre un año y otro ocho millones de euros, casi lo mismo que el de Lugo.
El recorte de las inversiones en Vigo fue también considerable, de un 21%, al pasar de 70,3 a 55,5 millones de euros entre 2009 y 2010, pero se situó por debajo de los concellos A Coruña, Ferrol, Lugo y Ourense.
En el Ayuntamiento de Santiago, la caída fue muy leve en comparación con la media gallega, de un 8% y eso le supuso contar con cuatro millones de euros para invertir el pasado año.
Por habitante
El empujón que el Concello de Pontevedra dio a las inversiones en 2010, mientras el resto aplicaba las tijeras, le permitió además encaramarse a la primera posición como el municipio con mayor dinero invertido por habitante (319 euros), cuando el pasado año ocupaba el cuarto lugar empatado con Lugo (270 euros).
De la cabeza se cayó A Coruña, que ahora ocupa el tercer puesto. La rebajar de sus inversiones en un 32% hizo que el gasto por habitante pasara de 339 euros a 226; una reducción de más cien euros. En este ranking, Vigo no varió su posición. Sigue siendo el sexto municipio, de entre las ciudades, con menor inversión por habitante, aunque pasó de 236 euros en 2009 a 186 el pasado año.
Pero estas cantidades resulta casi insignificantes con los registros de los tres ayuntamientos que más dinero invierten por habitante, ayudados por una escasa población pero con una destacada actividad industrial (centrales térmicas o fábricas de aerogeneradores, entre otras). Es el caso de Arnoia (Ourense), As Somozas (A Coruña) o Muras (Lugo), con una inversión por habitante de 1.154, 1.211 y 1.558 euros, respectivamente. En la provincia de Pontevedra, la mayor inversión municipal por habitante corresponde al ayuntamiento de Valga, con 690 euros por habitante. Pero estos concellos pertenecen a un selecto grupo, formado por 28 municipios, donde la inversión por persona supera los 500 euros, cuando la media en toda la comunidad es de 275 euros. Un año antes, con la crisis también en horas altas, el gasto por habitante era bastante superior, de 333 euros.
El balance de las liquidaciones presupuestarias de las entiades locales elaboradas por el Ministerio de Economía y Hacienda facilita, por primera vez, determinar con precisión las distintas partidas de gasto de los municipios, lo que permite averiguar que casi la mitad (el 47%) de sus respectivos presupuestos lo gastan en servicios públicos básicos y actuaciones de protección y promoción social.
Estas partidas incluyen la seguridad ciudadana, protección civil, urbanismo, vivienda, alumbrado, jardines, recogida de basuras, saneamiento y abastecimiento de aguas, limpieza viaria, cementerios y todas las actuaciones de atención domiciliarias, a mayores, a menores, servicios sociales o investigación. Como es lógico, en las ciudades el porcentaje de gasto en estos capítulos casi asciende hasta el 60% de sus respectivos presupuestos, dados que ofrecen a los ciudanos muchos más servicios que los municipios de mediano o pequeño tamaño. A estas actividades, los concellos gallegos destinaron el pasado año 1.200 millones de euros, lo que da un gasto medio de 432 euros por habitante. Pero al igual que las inversiones, hay enormes diferencias entren los municipios.
El más destacado, y con diferencia, es Xove, un concello lucense donde opera una de las fábricas de alumina más importantes de España. En este término municipal, el Gobierno local destina casi 1.400 euros por habitante a la prestación de los servicios públicos básicos y la promoción social. Es muy destacable también el esfuerzo de Carnota (949 euros por persona), As Somozas (943), Arzúa (775) o Allariz (730).
En cuanto a las ciudades, el primer puesto corresponde a Ourense (629 euros), seguido de Pontevedra (608), A Coruña y Lugo (569), Santiago (562), Vigo (519) y Ferrol (418).
Fuente: La opinión A coruña
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