La participación del capital privado como mecanismo para compensar la caída de ingresos y mantener la inversión productiva en Galicia alcanzará un techo histórico en los Presupostos del 2012. Por vez primera en las cuentas de la comunidad, la inyección extrapresupuestaria para financiar obra pública superará la inversión real de la Xunta. En concreto, el 68 % del gasto de la Axencia Galega de Infraestructuras, que quedó constituida ayer, se canalizará a través de la Sociedade Pública de Investimentos (SPI) y las adjudicatarias de las tres autovías pendientes en régimen de concesión.
Las aportaciones por esa doble vía suman 396,94 millones de euros de inversión extrapresupuestaria en las cuentas del nuevo ente, que se complementan con 268,91 millones que la Xunta financiará con cargo a los Presupostos. De esos 396,94 millones de capital privado, la SPI asumirá 186,42 y las concesionarias de las autovías 210,52. Este recurso aumentará las cargas hipotecarias de la comunidad en las cuentas de los ejercicios futuros, pero permite al Gobierno de Feijoo presentar un presupuesto para infraestructuras de 665,86 millones, frente a los 614,77 consignados este año.
Esos 51 millones de incremento proceden del refuerzo de la inversión extrapresupuestaria, que pasa de 328 a 396 millones, mientras que la inversión real de la Xunta en obra pública desciende de los 286 millones de este ejercicio a 268 del próximo.
En todo caso, los 396,94 millones de capital privado no estarán destinados en su totalidad a infraestructuras viarias, ya que la aportación de la SPI (186,42) también cubrirá obras menores en otros sectores. Los 210,52 que invertirán las concesionarias corresponderán a las adjudicatarias de las autovías de la Costa da Morte (149,42 millones), de la conexión de la A-52 con Celanova (32) y del desdoblamiento del vial de O Morrazo (29).
El conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, constató ayer que ese recurso al sistema concesional y a la SPI permite «manter o nivel de investimento e execución de obras» en tiempo de crisis. Hernández señaló sobre las quejas del presidente de la patronal, Antonio Fontela, por una inversión productiva que entiende escasa que esas herramientas de financiación permiten mantener el nivel inversor de la consellería. Matizó que «os axustes de hoxe son a garantía da sostibilidade da obra pública no futuro».
El objetivo de déficit, prioritario
El conselleiro, que explicó que la inclusión en las cuentas de 210 millones de las concesionarias está vinculada a sus previsiones de ejecución en el 2012, responsabilizó al Gobierno central del cierre anticipado de este ejercicio presupuestario, que ha obligado a la Xunta a comunicar a las constructoras que no podrá pagarles hasta el primer trimestre del 2012. Apostilló que, aunque esa demora en los pagos puede ralentizar alguna obra, lo prioritario para Galicia es ajustarse al déficit del 1,3 % del PIB para garantizar la solvencia de la comunidad autónoma.
La nueva Axencia Galega de Infraestructuras, que reunió ayer a su consejo rector, es el resultado de la fusión de la Dirección Xeral de Infraestruturas, la SPI y la sociedad pública Aceousa, que gestiona la autovía Dozón-Ourense. Tanto Hernández como la directora de la agencia, Ethel Vázquez, destacaron que el ente mejorará la gestión de la obra pública y ahorrará un millón de euros en personal.