La Consellería de Economía e Industria acaba de dar la razón a Carmen Carreira en su lucha contra Gas Natural-Unión Fenosa. Esta propietaria de una peluquería en la parroquia de O Burgo denunció en el pasado mes de enero que la mala gestión de sus datos personales por parte de la compañía eléctrica se tradujeron en dos cortes de suministro en su establecimiento. No le llegaban las facturas, pero sí las consecuencias por no pagarlas.
La Xunta estima la reclamación de Carmen Carreira y ordena a la empresa que le devuelva las cantidades cobradas por el enganche efectuado después de cada corte de suministro y que le compense con la mayor de las siguientes cantidades: 30,05 euros o un 10% de la siguiente factura.
Para reclamar una indemnización por daños y perjuicios, esta empresaria continuará con el caso por la vía judicial.
La documentación sobre las quejas, las respuestas de la compañía, las facturas o los informes de la Administración se acumulan por el mostrador y la mesa de su peluquería. Ha ganado el primer asalto, pero lamenta que para conseguirlo haga falta invertir tanto esfuerzo y tiempo.
Carmen Carreira dejó de recibir la correspondencia con las facturas de la luz de su establecimiento en septiembre de 2009. Tres meses después, en plenas navidades, la compañía le cortó la luz hasta en dos ocasiones en la misma semana. Las dos veces le pilló con el salón repleto de clientas.
Se puso en contacto con la compañía y se percataron de que había un error en la dirección de facturación, por el que no le llegaban las cartas. Gas Natural-Unión Fenosa se negó a reembolsarle los gastos de los dos nuevos enganches a los que se vio obligada por los cortes sufridos.
Tras todos estos trastornos y multitud de llamadas telefónicas, la compañía no subsanó los errores en los datos de facturación de Carmen Carreira, tal y como se refleja en la resolución de la consellería. La empresa suministradora presentó alegaciones a la reclamación de Carmen en la que aseguraba no haber efectuado ningún corte de luz en la peluquería. El problema: el número de suministro seguía sin corresponderse con la dirección del local suministrado. La documentación en la que se recogían el cobro de los dos nuevos enganches sirvieron para demostrar el nuevo error de la compañía.
Pero no queda ahí, al buzón del domicilio particular de Carmen Carreira llegó la factura del titular de una cuenta al que desconoce, pero con su número de dni y sus datos bancarios. En otra ocasión, le reclamaron 475 euros para evitar un corte de suministro en un piso de Arteixo. La confusión entre la facturación de su domicilio y la de su lugar de trabajo, se ha convertido en algo habitual.
Por todo ello, esta empresaria de O Burgo también ha interpuesto una denuncia contra la eléctrica en la Agencia de Protección de Datos. Solicita que se inicie un procedimiento sancionador contra la compañía por la gestión de los datos de sus clientes.
Fuente: La opinión A Coruña
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