El Gobierno de Feijoo ha esperado este año a la jornada de arranque de la campaña electoral para autorizar el complemento autonómico de 206 euros que aliviará las estrecheces de los 46.000 gallegos que cobran pensiones no contributivas. La Xunta destinará 9,5 millones de euros a esa paga extra, que los beneficiarios percibirán en la segunda quincena de diciembre a través de una transferencia bancaria a la misma cuenta en la que se les ingresa la pensión.
La autorización del proyecto de decreto que establece ese complemento permitió ayer a Feijoo refrescar su discurso sobre el esfuerzo del Ejecutivo autónomo para mantener las prestaciones sociales en un contexto de recesión económica. «Os pensionistas deben quedar a salvo da crise», propugnó el presidente, que recordó que los Presupostos del 2012 mantienen la partida que asegurará la continuidad el año que viene de una paga extra para los más desfavorecidos que el Gobierno bipartito activó durante la pasada legislatura y que la Xunta actual llegó a amagar con suprimir en el arranque de este mandato.
Además de mantener el balón de oxígeno que representa esta paga autonómica para el poder adquisitivo de unos pensionistas cuyo subsidio mensual ronda los 300 euros, las cuentas de la Xunta para el 2012 prevén también un incremento de la renta de integración social (Risga), cuya asignación global pasa de 22,7 a 23,7 millones, y del presupuesto destinado a inclusión.