Palmeras que dan gasolina, gatos fluorescentes aptos para combatir el sida, tocino exento de colesterol. No son ocurrencias chistosas, ni fabulaciones de una mente alucinada, sino promesas de la biotecnología, una disciplina que, según algunos expertos, abrirá las puertas de una revolución industrial.
La biotecnología, aparte de prometer soluciones terapéuticas a un sinfín de enfermedades, es un negocio rentable. Prueba de ello es que, según la patronal Asebio, que agrupa a las empresas del sector, la cifra de negocio de las compañías españolas alcanzó los 53.152 millones de euros en el 2009, el último año del que se disponen datos. Ello representa un incremento del 70 % con respecto al año precedente.
Los avances de la biotecnología se traducirán en una mejora de la producción de alimentos, materias primas y biocombustibles. El campo de aplicación de esta ciencia es vastísimo. En la carrera por multiplicar los alimentos, veremos no solo una selección de razas de animales productores de carne y leche de mayor calidad y cantidad, sino también productos lácteos más aptos al consumo humano, e incluso -ya se ha experimentado en este campo- con las propiedades de la leche materna humana.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
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