Después de una madrugada en vela, pendiente de la demorada licitación de los floteles, el naval gallego despertó ayer con la certeza de un sueño cumplido: trabajo para al menos los próximos 30 meses. La operación, algo enmarañada, se gesta a través de PMI Comercio Internacional, que es la filial de Pemex ganadora de los dos buques. Esta pagará a sus socios Hijos de J. Barreras (astillero de su propiedad) y a Navantia casi 300 millones de euros, respectivamente, por la construcción de ambas unidades. A su vez, PMI recuperará casi 20 millones de euros por el servicio de los barcos contratados durante 10 años por PEP (Pemex Explotación y Producción), la adjudicataria del pedido.
Cada uno de los buques reportará un millón de horas de fabricación, y otras 130.000 de ingeniería, lo que genera ocupación para entre 500 y 600 trabajadores a partir del próximo mes de marzo, en el caso del astillero vigués. Será algo más tarde en el caso de Navantia. En un acto protocolario, el próximo día 7, una delegación de directivos de la petrolera estará en Barreras haciendo oficial el corte de chapa que marca el arranque de la construcción.
Esta entrada de carga de trabajo inyectará alrededor de 40 millones de euros en Vigo y Ferrol, en concepto de pago de salarios de la mano de obra de los propios astillero y de la industria auxiliar (más de 60 empresas), según estimaciones del sector, basadas en anteriores construcciones idénticas. Leer más...
Fuente: La Voz de Galicia
|