Pescanova se enfrentó ayer a uno de los consejos de administración más trascendentales de su historia. La tensión se respiró desde el primer momento en la sede de la multinacional, en Chapela. Estaba en juego evitar la suspensión de pagos de una compañía que escaló hasta el quinto puesto del ránking de empresas pesqueras del mundo. No se consiguió. Pasadas las doce de la noche el consejo anunció la presentación una solicitud de declaración de concurso voluntario en el juzgado competente. Al tiempo informó de que se revocaba como auditor de cuentas a BDO y se contrataría, de manera inmediata, un auditor forense.
El comunicado de Pescanova, que dejó constancia de que la guerra entre accionistas sigue abierta y de que el consejo no fue capaz de aprobar las cuentas, explica en su primer punto: «Dado que no parece posible alcanzar, a corto plazo, LEER MÁS...
Fuente: La Voz de Galicia
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