Los técnicos de Hacienda, agrupados en Gestha, han aplaudido la propuesta lanzada por el candidato socialista a las elecciones generales del próximo 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, de prohibir el pago en metálico de las facturas cuyo importe supere los 3.000 euros.
Una idea que busca anular la picaresca y obligar a que el dinero deje un 'rastro' sencillo de seguir y, por tanto, de comprobar por el Ministerio de Economía y Hacienda, cuyos técnicos estiman que aportaría cada año a las arcas públicas casi 20.000 millones de euros.
La estimación presentada este domingo por Gestha (19.600 millones adicionales para Hacienda) supondría, según los técnicos, rebajar la denominada economía sumergida en unos 5,1 puntos porcentuales, con lo que quedaría, siempre según sus cuentas, en un 18,2% del Producto Interior Bruto (PIB). Gestha recordó que recientemente países como Grecia e Italia han aprobado medidas similares dentro de sus respectivos programas de ajuste fiscal.
LA VOZ DE GALICIA
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