Rajoy repitió hasta la saciedad que si ganaba las elecciones lo primero sería el empleo. El futuro presidente del Gobierno introduce ahora una variante que esbozaba ya en los últimos mítines de la campaña y sitúa la reducción del déficit por delante de cualquier prioridad. De hecho, se comprometió telefónicamente con Angela Merkel y Nicolas Sarkozy a cumplir con tal objetivo en las cuentas de todas las Administraciones públicas «por encima de todo», según explicó ayer Dolores de Cospedal. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, parece corresponder a sus intenciones y ayer expresó su plena confianza en Rajoy para encauzar a la cuarta economía europea hacia el horizonte del crecimiento.
Rajoy transmitirá este mensaje a los líderes del Partido Popular Europeo, con los que se verá en Marsella en los días previos al decisivo Consejo Europeo del 9 de diciembre en Bruselas. España estará representada en esta cita por el presidente en funciones, Zapatero, que realizará una intervención «pactada» con el futuro inquilino de la Moncloa y en la que se insistirá en la condición de país fiable. «Nos jugamos nuestra credibilidad y la posibilidad de que nuestro país y toda la zona euro pueda volver a crecer», apostilló De Cospedal.
Rajoy, de momento, prefiere mantenerse atrincherado en la séptima planta de la calle Génova 13, intentando enviar mensajes «tranquilizadores» a sus socios europeos. También cumple con una agenda que intensificará en los próximos días, en los que espera reunirse con la patronal y sindicatos, a los que conmina a llegar a un «rápido» acuerdo para acometer una nueva reforma laboral. La negociación colectiva será clave, aunque De Cospedal ya advirtió ayer de que si no llegan pronto al pacto «el Gobierno gobernará».
Pero lo que quita el sueño a Rajoy es el déficit, el compromiso de situarlo en el 4,4 % en el 2012 y en el 3 % en el 2013. Será el tema a abordar este jueves con sus barones regionales. El PP quiere convertir en «hechos reales» la reforma constitucional que pactó con el PSOE para imponer la estabilidad presupuestaria. Rajoy mira a Europa para constatar que hará los deberes y exigir que se «premie a los países que cumplan y se pidan responsabilidades a los que no».
fuente la voz de galicia
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