Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba miden hoy la factura de la crisis que golpea España desde hace tres años. Casi 36 millones de electores acuden hoy a votar en unas elecciones generales marcadas como nunca por la situación económica, especialmente después de que los mercados financieros castigasen al país en el cierre de campaña llegando a superar los 500 puntos de prima de riesgo, y con los cinco millones de parados como protagonistas.
El líder del PP y el candidato socialista son los únicos con posibilidades de hacerse con la Presidencia del Gobierno. El primero ha reclamado un cambio para aplicar un programa de ajustes con que sacar a España del atolladero, mientras el segundo ha alertado de que solo su formación impedirá que los populares acometan un "programa oculto" de recortes sociales que convertirán en polvo el Estado del Bienestar.
Un total de 35,7 millones de españoles, 700.000 más que hace cuatro años, baten el récord de ciudadanos llamados a las urnas, con 200.000 jóvenes que lo hacen por primera vez para elegir a 350 diputados del Congreso, que serán quienes elijan presidente del Gobierno, y 208 senadores. En Galicia están convocados 2,7 millones.
Los 23.082 colegios electorales habilitados abrirán sus puertas a las nueve de la mañana y las cerrarán a las ocho de la tarde. La subsecretaria de Interior, Pilar Gallego, y el secretario de Estado de Comunicación, Félix Monteira, comparecerán a las 14.45 horas para informar de los primeros datos de participación, y volverán a hacerlo a las 18.45. Serán el ministro portavoz del Gobierno, José Blanco, y el del Interior, Antonio Camacho, quienes prevén informar de los primeros resultados oficiales a las diez de la noche.
En esta jornada participarán 179.628 personas como miembros de las 59.876 mesas electorales habilitadas en toda España. En el caso de Galicia, se constituirán 4.037 mesas: 1.344 en Pontevedra, 1.569 en A Coruña, 564 en Lugo y 560 en Ourense. Se distribuirán 8.579 urnas y 3.831 cabinas, mientras que participarán en las mesas 36.423 personas, según informó ayer la Delegación del Gobierno.
Los resultados de hoy no solo determinarán el rumbo que tomará el Gobierno para salir de la crisis y la despedida de la primera línea de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente durante dos legislaturas consecutivas, sino también el futuro interno de los partidos. En caso de una derrota del PP, lo contrario a lo que vaticinan las encuestas, la dimisión de Rajoy sería inmediata. En el caso del PSOE todo es incertidumbre. Si Rubalcaba pierde, el partido abrirá unas primarias para elegir líder donde nada está claro. El candidato ya ha recibido el apoyo de barones como Alberto Belloch, pero también dardos como los de Carme Chacón, con Patxi López sobrevolando como posible alternativa.
La misma situación se vive en Galicia. El PP confía en una victoria y está pendiente de su dimensión para plantarse en Madrid y exigir su cuota de poder. Su objetivo es lograr 15 diputados hoy.
En el caso del PSdeG, el resultado abrirá el proceso de elección de candidato a la Presidencia de la Xunta. Si sus resultados son negativos Manuel Vázquez, actual líder, quedará tocado, mientras José Blanco vive sus horas más bajas tras su implicación en el caso Campeón y Francisco Caamaño acaba de aterrizar en la comunidad. En el caso del BNG la asamblea de enero estará condicionada por los resultados. Si pierde sus dos escaños, podrían producirse escisiones claves para su futuro, nos descartadas aunque mantenga sus dos actas.
La jornada de reflexión sirvió para también para que los indignados evidenciasen su pérdida de fuelle. Apenas 50 personas se concentraron ayer en la plaza del Obradoiro, al igual que en Madrid.
fuente faro de vigo
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