Las pensiones subirán, si se puede. Así lo anunció ayer el presidente Rajoy en la sesión de control al Gobierno. «Siempre que podamos, como hemos hecho en los dos Presupuestos, seguiremos subiendo las pensiones», afirmó. El año pasado, el Ejecutivo las subió un 1 % nominal, pero los pensionistas perdieron poder adquisitivo porque no se realizó la actualización conforme al IPC y la inflación se situó en noviembre (el mes que fija la ley para revalorizar las prestaciones) en el 2,9 %, por lo que perdieron 1,9 puntos porcentuales de subida. Este año ha subido un 1 % (un 2 % las más bajas).
En cuanto a la edad de retiro, el presidente del Gobierno declaró en la Cámara baja que no va a ampliarla más allá de los 67 años.
Por su parte la ministra de Empleo, Fátima Báñez, emplazó a los grupos parlamentarios, en concreto al PSOE, a «actuar con responsabilidad» en el debate político de la reforma de las pensiones porque este «no es un tema de trincheras políticas» sino de «realidad». Báñez respondía a la portavoz del PSOE en el Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa, quien explicó que el problema del sistema de Seguridad Social «es un problema de seis millones de parados. Si tuviéramos cuatro millones de cotizantes más, en este momento no estaríamos hablando de problemas».
Cuestión «coyuntural»
López i Chamosa insistió es que es una cuestión coyuntural y que, para solventarla, está el Fondo de Reserva. La portavoz del PSOE replicó a la ministra que «nunca encontrará al Partido Socialista para hacer un recorte del futuro y del presente de las pensiones».
Por otra parte, el Gobierno salió también ayer al paso de la polémica suscitada a raíz de las voces favorables a una rebaja de impuestos que se han alzado dentro del PP. La última, la del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, quien el martes pasó de las palabras a los hechos y anunció de forma unilateral una rebaja del tramo autonómico del IRPF. El Ejecutivo central se apresuró a lanzar un guiño a las clases medias, a las que avanzó una próxima reducción de la presión fiscal.
El anuncio lo realizó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. En la sesión de control al Gobierno, explicó que la reforma fiscal en la que trabaja su departamento -y para cuya elaboración quiere nombrar a un grupo de expertos- supondrá una rebaja de la fiscalidad que beneficiará «a los que menos rentas tienen y a las capas medias» de la población.
Su mensaje iba dirigido a los grupos que más han padecido el incremento de los tributos sobre el trabajo y el consumo en esta crisis, en la que ha habido ya dos subidas del IRPF y otras tantas del IVA. Esta promesa se suma a la de eliminar en el 2015 -año electoral- la subida del IRPF que decretó Rajoy nada más llegar al poder a finales del 2011.
Esperanza de mejora
El responsable de Hacienda explicó que la vieja promesa popular de bajar impuestos esta vez sí será posible. Para eso cuenta con que el año próximo mejorará la actividad económica y con los mayores ingresos que espera obtener del afloramiento de bases imponibles por la lucha contra el fraude. En ese sentido, afirmó que la obligación de declarar las cuentas y bienes en el extranjero ha permitido ensanchar la base imponible en 87.000 millones de euros.
Fuente: La Voz de Galicia
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